viernes, 21 de marzo de 2014

Declaración de guerra

Se trata de una declaración formal e irrefutable. Corren tiempos difíciles y las demasiadas demostraciones de poder de las que estamos siendo testigos están pisando los talones a la guerra, guerra que cada vez está más latente en todos los rincones del mundo. Y ante esta peligrosa situación sólo me queda poner el grito en el cielo y declararte la guerra. Arden las calles de la misma manera en la que arden nuestros corazones desde el momento en que decidiste prender fuego a nuestra historia, a todos nuestros recuerdos, a todo aquello que nos mantenía unidos. Este es mi último cartucho para obligarte a luchar y te aseguro que pondré en él las pocas fuerzas que hoy me quedan. Gasté prácticamente todas mis energías en un duelo cuerpo a cuerpo en el que tú peleabas por avivar el fuego y yo batallaba como extintor con el fin de salvar lo poco que nos quedaba, lo insignificante que nos mantenía juntos. A veces la guerra con alguien a quien amas es mejor que la nada, que el vacío entre dos personas que lo fueron todo y ahora son cenizas. Eres ya esa chispa ardiente, ese resquicio de esperanza en la chimenea que con la fuerza adecuada puede iniciar un nuevo fuego. Espero ser fuente de descarga y ese insólito soplo de aire fresco que finalmente te reencienda y que nos lleve a hacer el amor de una vez por todas. Porque ya estoy cansada de hacer la guerra y no me quedan fuerzas ni para firmar un tratado de paz. Y quizás si lees entre líneas te des cuenta de que estas palabras son una declaración formal e irrefutable de amor.


Alejandra Elorza Múgica