miércoles, 27 de noviembre de 2013

Cuando lo único que recuerdes es que olvidas


Queridísima abuela:

Supongo que si estás leyendo esto es porque estás asustada o porque te apetece recordar, y para eso necesitas una pequeña ayuda. Me acaban de dar la noticia: tienes principio de Alzheimer. Ante este diagnóstico solo puedo ayudarte haciendo lo que más te gusta que haga, escribir. Esto es en exclusiva por y para ti.

Eres madre ejemplar de dos hijos y abuela monumento de tres nietas de edades muy dispares. En los dos trabajos has triunfado, así que ni estás ni estarás nunca sola. Eso es lo primero que debes saber. También tienes un hermano mayor. Los domingos todos vamos a verte. Reunión familiar exigida por cada miembro de nuestro pequeño clan.

Eras una joven preciosa, y gracias a ello le enamoraste a él, con la distancia que había desde tu jardín hasta su segundo piso. Conociste el amor en su versión más pura. Vida por vida. Todo lo diste por estar con el abuelo. Él ya no está aquí, pero te quiso como toda mujer busca que la amen y estuvo enamorado de ti hasta el último segundo.

Te gusta compartir tiempo con tus dos amigas del alma. Las tres mosqueteras juntas sois un torbellino imparable de palabras, cartas, cine y comidas en el Vips.

Abuela y nieta hemos disfrutado mucho juntas. Segunda madre para mí. Recuerdo cómo corrías a cuidarme cuando estaba malita y eran tus mimos y no las medicinas las que me curaban. Admito haber fingido estar enferma para conseguir un día de abrazos contigo. Solíamos pasar veranos juntas en El Escorial.

Te gusta el café con leche para desayunar, pero después de comer lo tomas solo y descafeinado. Una cucharadita de azúcar es suficiente. Nunca comes con pan y cualquier ocasión es buena para tomarse una copa de vino con alguien. Nunca has dormido bien, así que no te inquietes si esta noche no concilias bien el sueño, aunque después de comer alguna cabezadita siempre cae. Adorabas a tu padre y te encanta contar historias de él. Tienes un montón de álbumes de fotos en blanco y negro en la estantería del medio del salón, por si los quieres ver. Siempre me ha sorprendido que con lo guapa que eres seas tan poco fotogénica. Te gusta ir al mercado a hacer la compra, pero en los últimos años te has lanzado a las grandes cadenas. Desde jovencita has tenido artritis reumatoide, pero tú has sido mucho más fuerte que la enfermedad. Tu nevera y despensa siempre están llenas. Comes mucha fruta y verdura, pero nunca en zumos y purés. ¡Ah!, y tu sillón es el de entrando al salón a la izquierda, pero últimamente te sientas en el del abuelo.

Belleza natural, tez de porcelana, ojos miel y las manos más femeninas y bonitas que nunca he visto. Generosa, tierna, gran cocinera y buena costurera. Valiente donde las haya, así que no sientas miedo que de peores te he visto salir airosa. De risa contagiosa y tan fácil que varias veces te he visto correr al baño más rápido que el propio Usain Bolt porque literalmente te hacías pis encima. Ojalá todos riésemos de forma tan sana como tú lo haces. Cálida, acogedora y con carácter dócil. Buena por naturaleza y con paciencia infinita. Siempre pones lo mejor de ti en todo lo que haces y nunca pierdes la esperanza.

Cuando solo recuerdes que olvidas, léeme. Te harás una ligera idea de la mujer tan maravillosa que eres y de todo lo que tienes.

Yo de mayor, abuela, quiero ser como tú.

Te quiere, la mayor de tus nietas,

Alejandra Elorza.


5 comentarios:

  1. Qué bonito, hija. Ya te imaginarás mi llorera, mezcla de pena, rabia, miedo y, lo que me ha aportado tu texto, orgullo de madre. Qué bonita idea contarle como es y lo que la queremos para que nunca lo olvide. Gracias, Alejandra.

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  2. Es un mensaje precioso a tu abuela. Y tanto como eso, me gusta que tu asumes lo que le está pasando y que no la vas a dejar sola.

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  3. Muy buenos todos. Cuando haya, me desayunare un blog. Y no digo mas que me tiemblan los dedos y se me mezclan las teclas. Un beso ..o muchos.

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  4. Muy bonito, Ale. Me gusta que estés pendiente de la abuela y asumas con tanto cariño el problema.
    Papá

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  5. Qué bien escribes Ale! y que bonito todo lo que dices de tu abuela, como dice Rosa, espero que estéis con élla cuando os necesite.
    Bss
    Mª Jesús

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