Queridísima
abuela:
Supongo
que si estás leyendo esto es porque estás asustada o porque te apetece recordar,
y para eso necesitas una pequeña ayuda. Me acaban de dar la noticia: tienes
principio de Alzheimer. Ante este diagnóstico solo puedo ayudarte haciendo lo
que más te gusta que haga, escribir. Esto es en exclusiva por y para ti.
Eres
madre ejemplar de dos hijos y abuela monumento de tres nietas de edades muy
dispares. En los dos trabajos has triunfado, así que ni estás ni estarás nunca
sola. Eso es lo primero que debes saber. También tienes un hermano mayor. Los domingos todos vamos a verte. Reunión familiar exigida por cada miembro de nuestro pequeño clan.
Eras
una joven preciosa, y gracias a ello le enamoraste a él, con la distancia que había
desde tu jardín hasta su segundo piso. Conociste el amor en su versión más pura.
Vida por vida. Todo lo diste por estar con el abuelo. Él ya no está aquí, pero te
quiso como toda mujer busca que la amen y estuvo enamorado de ti hasta el
último segundo.
Te
gusta compartir tiempo con tus dos amigas del alma. Las tres mosqueteras juntas
sois un torbellino imparable de palabras, cartas, cine y comidas en el Vips.
Abuela
y nieta hemos disfrutado mucho juntas. Segunda madre para mí. Recuerdo cómo
corrías a cuidarme cuando estaba malita y eran tus mimos y no las medicinas las
que me curaban. Admito haber fingido estar enferma para conseguir un día de
abrazos contigo. Solíamos pasar veranos juntas en El Escorial.
Te gusta el café con leche para desayunar, pero después de comer lo tomas solo y descafeinado. Una cucharadita de azúcar es suficiente. Nunca comes con pan y cualquier ocasión es buena para tomarse una copa de vino con alguien. Nunca has dormido bien, así que no te inquietes si esta noche no concilias bien el sueño, aunque después de comer alguna cabezadita siempre cae. Adorabas a tu padre y te encanta contar historias de él. Tienes un montón de álbumes de fotos en blanco y negro en la estantería del medio del salón, por si los quieres ver. Siempre me ha sorprendido que con lo guapa que eres seas tan poco fotogénica. Te gusta ir al mercado a hacer la compra, pero en los últimos años te has lanzado a las grandes cadenas. Desde jovencita has tenido artritis reumatoide, pero tú has sido mucho más fuerte que la enfermedad. Tu nevera y despensa siempre están llenas. Comes mucha fruta y verdura, pero nunca en zumos y purés. ¡Ah!, y tu sillón es el de entrando al salón a la izquierda, pero últimamente te sientas en el del abuelo.
Belleza
natural, tez de porcelana, ojos miel y las manos más femeninas y bonitas que
nunca he visto. Generosa, tierna, gran cocinera y buena costurera. Valiente
donde las haya, así que no sientas miedo que de peores te he visto salir airosa.
De risa contagiosa y tan fácil que varias veces te he visto correr al baño más
rápido que el propio Usain Bolt porque literalmente te hacías pis encima. Ojalá
todos riésemos de forma tan sana como tú lo haces. Cálida, acogedora y con
carácter dócil. Buena por naturaleza y con paciencia infinita. Siempre pones lo mejor
de ti en todo lo que haces y nunca pierdes la esperanza.
Cuando
solo recuerdes que olvidas, léeme. Te harás una ligera idea de la mujer tan
maravillosa que eres y de todo lo que tienes.
Yo
de mayor, abuela, quiero ser como tú.
Te
quiere, la mayor de tus nietas,
Alejandra Elorza.
Qué bonito, hija. Ya te imaginarás mi llorera, mezcla de pena, rabia, miedo y, lo que me ha aportado tu texto, orgullo de madre. Qué bonita idea contarle como es y lo que la queremos para que nunca lo olvide. Gracias, Alejandra.
ResponderEliminarEs un mensaje precioso a tu abuela. Y tanto como eso, me gusta que tu asumes lo que le está pasando y que no la vas a dejar sola.
ResponderEliminarMuy buenos todos. Cuando haya, me desayunare un blog. Y no digo mas que me tiemblan los dedos y se me mezclan las teclas. Un beso ..o muchos.
ResponderEliminarMuy bonito, Ale. Me gusta que estés pendiente de la abuela y asumas con tanto cariño el problema.
ResponderEliminarPapá
Qué bien escribes Ale! y que bonito todo lo que dices de tu abuela, como dice Rosa, espero que estéis con élla cuando os necesite.
ResponderEliminarBss
Mª Jesús